Facultad de Ciencias Humanas

18 de marzo - Inicio del primer cuatrimestre

Cartas de vida en un contexto de muerte.

Gisella Tello es historiadora y autora del trabajo  “Cartas en el encierro, experiencia personal de un ex preso político de Río Cuarto”.  Esta investigación constituye uno de los primeros trabajos que estudian específicamente la experiencia de un ex preso político.

La presentación de la Tesis se realizó el pasado jueves en la Sala de Sesiones del Concejo Deliberante. Junto a este trabajo se presentaron otras actividades en conmemoración del 42° Aniversario del Golpe de Estado Cívico Militar.

Tello elige esta novedosa temática para realizar su trabajo final del profesorado. “Lo que analicé son las cartas de un  ex preso político riocuartense: Ricardo Carreras” expresa la historiadora.

 

Ricardo Carreras no es filósofo, escritor, ni historiador. Ricardo Carreras era un estudiante  avanzado de ingeniería en la UNRC que pasó ocho años preso en las cárceles de la dictadura militar. Carreras fue detenido en septiembre de  1976, con sólo 25 años, mientras se encontraba trabajando en una escuela  de la localidad de Villa Huidobro. “ Me ha­bía ido de Río Cuar­to por la situación que se vivía , ya ha­bían co­men­za­do las de­ten­cio­nes de mis com­pa­ñe­ros con los que mili­ta­ba”. Las fuerzas policiales del momento adujeron su detención a la par­ti­ci­pa­ción de Carreras en cen­tros de es­tu­dian­tes y en la Ju­ven­tud Uni­ver­si­ta­ria Pe­ro­nis­ta.

 

Apasionada por la historia local, Gisella Tello no dudó un segundo en contactarse con Ricardo para conocer su experiencia como preso político. “Cuando lo conocí me brindó generosamente las cartas que le escribía a su madre durante la detención y así empecé a analizarlas”, dice la historiadora. Para realizar su trabajo, Tello relevó 335 cartas que Ricardo enviaba a su madre. “Sólo podíamos escribir los martes y los jueves, no podíamos superar las dos hojas” expresa Carreras

 

En su trabajo de investigación, Tello observa tres tópicos recurrentes en las más de 300 cartas que analizó. El primer tópico es el establecimiento del vínculo con la familia, es decir, las cartas reflejan esa relación constante de Carreras con sus padres y hermano. El segundo tópico son los intermediarios como los jueces y abogados. El tercer tópico está referido al funcionamiento del sistema penitenciario y a la lógica del aparato punitivo tanto de la Unidad N° 9 de La Plata, donde fueron escritas el mayor porcentaje de cartas, como de la Unidad N°2 de Villa Devoto.

 

En sus cartas Ricardo Carreras constantemente le cuenta a sus padres cómo sigue su causa, en qué situación se encuentra. “En los escritos se nota que en muchas ocasiones se sintió desamparado. El juzgado federal de Río Cuarto le puso trabas judiciales para que no consiguiera la libertad”,dice Tello.

 

Tanto Ricardo como sus compañeros, también presos políticos, vivieron detenidos los  años más duros de su vida. “Muchos de mis compañeros no soportaron la situación y se suicidaron”. Sin embargo,él encontró su refugio en la literatura. “En sus cartas se notaba que era un lector voraz” ,manifiesta Gisella.

 

En su trabajo final, Tello manifiesta que si bien las cartas no son políticas ni militantes ya que todo lo que se escribía era revisado por el sistema penitenciario, Ricardo utilizaba muchas metáforas para expresar implícitamente  la situación del país.

 

Según las organizaciones de derechos humanos durante la dictadura militar hubo más de 30 mil desaparecidos y cerca de doce mil personas fueron encerradas como prisioneras políticas durante la última dictadura militar argentina. Ricardo, más conocido por sus allegados como “Richard” es un sobreviviente de los años más negros que vivió el país. Estuvo detenido durante 7 años hasta poder recuperar su libertad con la llegada de la democracia. “Sufrí la tortura en carne propia, te pegaban cuando estabas inmovilizado y con los ojos vendados” sostiene Carreras. “Si hoy pudiera hablarle a los responsables le diría  la metodología que usaron no fue la correcta, el estado en lugar de cuidarnos era el que estaba torturando” expresa.

A pesar de que estaba viviendo el peor momento de su vida, el análisis realizado por Tello demostró que en los escritos no había expresiones de dramatismo. “No son terribles ni dramáticas, dan muestra de mucho cariño y afecto. Son cartas llenas de vida en contexto de muerte”  manifiesta la historiadora.

En síntesis, las cartas fueron un puente con la libertad y con la sociedad. El resguardo de dicho material nos permite obtener una vivencia más real de aquellos años duros de la historia argentina. “Recuperar esas experiencias e historias personales nos permite recuperar una dimensión política cultural y social más amplia, de allí la importancia de su conservación” sostiene Gisella.

 

Millones de argentinos lavaron cínicamente sus culpas repitiendo frases del tipo «Por algo será» o «algo habrán hecho». Hoy a más de 40 años de la dictadura, los prejuicios siguen existiendo: “eran subversivos”.  Durante una entrevista en la radio Gospel, el ex preso político Carreras expresa: “Si subvertido es subvertir algo, cambiar el orden, entonces considerame un subversivo”.

 

Por Luciana Colombino

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