Por Stefania Aluffi – Estudiante de 4to año de la carrera Ciencias de la Comunicación – Facultad de Humanas.
“Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’. Así nomás, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia el derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos, tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’. Porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo” – Eduardo Galeano
Que los hombres no lloran, que las mujeres somos débiles, que las pelotas y los autos son para los varones mientras que nosotras tenemos que jugar con muñecas. A ellos se les permite jugar y fantasear con ser héroes aunque sea por un rato. A las mujeres no nos queda mucho más que perfeccionarnos desde pequeñas en las tareas doméstica y en el cuidado del futuro hijo que ‘sin dudas todas deseamos’.
Desde chicos aprendemos cosas como estas, las normas del sistema patriarcal que nos domina desde hace cientos de años. Un sistema que no hace más que poner en un lugar de superioridad al hombre, o mejor dicho, al macho.
Así aprendemos a vivir siendo reproductores, sin saberlo, de los estereotipos y valores que se nos enseñan como naturales y que no hacen más que perpetuar el sistema y la violencia machista, que tiene como víctima principal a las mujeres. Con la excusa de la inferioridad y la debilidad que la caracterizan por el simple hecho de ser mujer, se pone al hombre por encima de ella y se la oprime. Se la juzga. Se la insulta. Se la sexualiza. Se la toca. Se la compra. Se la vende. Se la acusa. Se la culpa. Se la viola. Pero nunca se la escucha. Y entonces, después, se lamenta su muerte. En Argentina una mujer muere cada 18 horas víctima de un femicidio. He ahí la mayor expresión del orden que nos gobierna. Ante esto no podemos mirar para otro lado, no podemos quedarnos callados, sin cuestionar y cuestionarnos. Porque si matan a una, nos matan a todas. Deberíamos ser conscientes de que nos están matando, en realidad, a todos.
El 25 de noviembre es el día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Quienes deseamos un mundo más equitativo y justo, pedimos por la eliminación del machismo, que es la causa común de tanta violencia. Pedimos justicia por todas y cada una de las mujeres que no son y no fueron escuchadas. Por las que aún no se animan a hablar. Pedimos por la igualdad de derechos. Pedimos que nos dejen vivir libres. Pedimos que se termine la primacía de los valores masculinos y todo el conjunto de normas que hacen al patriarcado. Por lo que en definitiva pedimos, es por la muerte del sistema que mata.
El 25 de noviembre, a las 18 hs, en Plaza Olmos, se realizará la marcha por día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en Río Cuarto.
