Facultad de Ciencias Humanas

18 de marzo - Inicio del primer cuatrimestre

29 de septiembre: Día Marítimo Mundial

Reflexiones de “Pepe” José María Cóccaro
(Ex-docente del Departamento de Geografía, FCH/UNRC)

El Día Marítimo Mundial fue establecido por las Naciones Unidas a través de la Organización
Marítima Internacional (OMI). La fecha queda sujeta a cada uno de los gobiernos, aunque
suele celebrarse durante la última semana de setiembre. “La conmemoración de este día,
tiene como objetivo llamar la atención sobre la importancia de la seguridad en la navegación,
la protección marítima y medio ambiente marino, centrándose en un aspecto específico del
trabajo de la OMI”. (http://www.imo.org/es/About/Events/WorldMaritimeDay/paginas/WMD-
2017.aspx).
Al respecto, destacan que “el sector marítimo incluye el transporte marítimo, los puertos y las
personas que trabajan en ellos. Éstos juegan un papel significativo a la hora de ayudar a los
Estados Miembros a crear las condiciones para un mayor empleo, prosperidad y estabilidad en
tierra a través de la promoción del comercio por mar, potenciando el puerto y el sector
marítimo como creadores de riqueza tanto y a través del desarrollo de la economía azul
sostenible, el mar”.(http://www.imo.org/es/About/Events/WorldMaritimeDay/Paginas/WMD-
2017.aspx)
Esto en lo declarativo- institucional. Pero si “rascamos donde no pica””, es necesario advertir,
en una primera aproximación, que el espacio marítimo, como zona de desplazamiento, es el
escenario del 90 % del comercio internacional. Sin esa cualidad esencial no sería posible la
importación y exportación de mercancías en la dimensión y escala necesarias para mantener la
red comercial mundial condicionada por las relaciones de fuerzas imperantes en la
construcción de un modelo capitalista de intercambio comercial, con todo lo que ello implica
en la construcción de desigualdades, desde nuestra perspectiva de una “situacionalidad”
latinoamericana. El Día Marítimo Mundial debe ser un pretexto que nos provoque reflexionar,
desde aquella perspectiva, sobre los significados e implicancias del espacio marítimo mundial
como parte constitutiva de nuestra representación territorial.
No esperen cifras, porcentajes, datos… Sólo reflexiones… para llegar a preguntas que nos
orienten a una aproximación de una forma de ver que se desprende de refrescar sí, de un
dato como punto de partida para “rascar donde no pica”: el océano mundial representa el 71%
de la superficie terrestre. Qué expresa ese porcentaje…
Punto de partida para algunas miradas:
Como punto de partida, quiero recordar aquí muy especialmente al Dr Enrique Cristhiansen,
microbiólogo e investigador del INIDEP, lamentablemente fallecido hace poco, de una gran
calidad humana y con una formación cultural y científica exquisita. Y además con una enorme
vocación docente. Un interlocutor permanente en los viajes que realizamos a la costa marítima
marplatense con estudiantes de la Universidades de Río Cuarto y La Plata. Guardo de él como
un tesoro este trabajo. “Una aproximación teórica a la interpretación de la naturaleza como
obra”. Seducía a los estudiantes con su presencia y reflexiones profundas en esta línea que
estamos desarrollando. Y nos decía que la Naturaleza es mucho más que energía y materia. Es
un orden viviente que trasciende esa materialidad. Cada componente de la naturaleza es la

expresión de un contenido. Es un texto situado en un contexto y por lo tanto deja de ser una
mera cosa. A cada cuerpo punto por punto, se le puede establecer un significado, una alegoría,
un símbolo. ¿Qué nos dice el mar más allá de un estado, superficie, volumen y escenario de
hechos económicos, políticos, sociales, militares? El mar encierra la bipolaridad de la vida y la
muerte. Por un lado lo apreciamos, por el otro le tememos. En un momento lo vemos calmo y
suave, acariciante; en otro tempestuoso, salvaje. Ahí el mar deja de ser cosa para
transformarse en símbolo. (Quién es el sujeto y quién es el objeto). La Naturaleza pasa a ser el
sujeto y nosotros el objeto. Reflexión orientadora de respuestas.
Algunas miradas
*El mundo oceánico tiene continuidad y unidad global junto con la atmosfera. En contacto
permanente realizan un continuo intercambio térmico e hídrico vertical (evaporación,
condensación, precipitación) y horizontal en la matriz de cada uno de los dominios (entre
centros de alta y baja presión y vientos en la atmosfera) y en la circulación horizontal
(corrientes marinas frías y cálidas) y profunda de corrientes y afloramientos, en respuestas a
esas distribuciones del calor en la superficie de contacto entre ambas matrices. De este dialogo
ineludible entre océano- atmósfera se distribuyen las condiciones generales de los climas y los
tiempos meteorológicos en las tierras que asoman su cabeza sobre la mar-océana y a las que
nos aferramos para construir nuestra condiciones de habitabilidad.
*De este dialogo determinante vertical y horizontal, no sólo se configuran los climas y los
tiempos meteorológicos sino también los oasis en el mayor desierto del mundo que es el
océano. Si designamos a los desiertos por colores están los amarillos, generalmente en zonas
cálidas y/o de altura; los blancos en zonas frías y/o de altura; los verdes en las grandes selvas;
y los azules en los océanos y mares. Cuanto más transparente es el agua, las ondas de luz que
penetran a mayor profundidad son las azules: que el color de los desiertos en el mar. Por eso la
productividad biológica de los océanos está en los oasis de afloramientos de nutrientes
generalmente de tipo pacífico y en las zonas de convergencia de corrientes frías y cálidas
generalmente de tipo atlántico, como la de convergencia subtropical entre la corriente cálida
del Brasil y la corriente fría de Malvinas, que se desplaza estacionalmente al norte y al sur,
sobre nuestra plataforma y borde plataforma, a lo largo del año. En estos oasis de localizan las
pesquerías de mayor productividad mientras que en el océano abierto las dispersión obliga a
una pesca más extensiva y de larga duración.
*El mundo oceánico se nos presenta como un productor de oxígeno, a través del proceso de
fotosíntesis que las praderas de fitoplancton realizan en los oasis; como un gran termostato
del planeta por el gran calor específico del agua que le otorga la capacidad de almacenar
energía en forma de calor y liberar energía en forma de calor sin variar mayormente su
temperatura y como gran riñón del planeta, al tener una determinada capacidad de depurar
los desechos que recibe.
*Pero el mundo oceánico no solo se expresa y representa por el dominio líquido. Éste está
contenido en un recipiente que constituye su continente y que tiene un fondo oceánico,
márgenes continentales y los bordes o espacios litorales determinados por el alcance espacial
de la maritimidad resultante del intercambio de relaciones en una zona de contacto de
dominios diferentes. Considerado en su totalidad, aquí se amplía enormemente el marco de
disponibilidades no solo pesqueras, sino también turísticas, minerales y energéticas y sus bases

operativas en las zonas costeras. Una imagen instantánea de este mundo oceánico nos
sorprende advirtiendo su influencia en la distribución de la población mundial concentrada en
los espacios litorales; en el desarrollo de las infraestructuras turísticas litorales; en las
verdaderas ciudades flotantes que son las flotas pesqueras que permanecen meses en zonas
oceánicas; en las grande plataformas de exploración y explotación de hidrocarburos off shore;
en la cantidad de cruceros y vuelos oceánicos e interoceánicos….
*De allí la necesidad de advertir la importancia de los alcances de la apropiación del espacio
marítimo en cuanto a los límites de jurisdicción, competencia y administración sobre el
dominio de las aguas, el margen continental, los fondos oceánicos y los alcances del mar libre a
nivel del derecho marítimo internacional y las políticas nacionales de Estado sobre la cuestión.
Al inicio mencionamos la construcción de desigualdades: estamos convencidos que la política
es el territorio donde se debe encontrar la reparación de la desigualdad; la política es el único
territorio que puede materializar la justicia; los territorios ausentes de justicia son territorios
invisibles y necesarios al poder. Estamos convencidos que el mayor capital común que
disponemos como reproductor de vida es el territorio. El Día Marítimo Mundial nos provoca
estas reflexiones.