| Susana Michelotti |
(Río Cuarto, 1942-1997)
Susana Michelotti nació en Río Cuarto en 1942 y murió en la misma ciudad en 1997. Desde muy joven escribió poesía que publicó en diarios y revistas locales ( Aula, Ritmia). Participó activamente en la gestión de SADE, Biblioteca Popular Mariano Moreno, Escuela de Arte Líbero Pierini. Publicó Nosé qué voz (1964), Hojas de poesía (1987), Regreso al corazón (1998) y Dos ríos, un cauce (2001). Unirío editora publicó su obra recopilada en 2015, bajo el título No sé qué voz y otros poemas.

Índice
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(De No sé qué voz, 1964)
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(De Regreso al corazón, 1998)
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(De Dos ríos un cauce, 2001)
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(De Hojas de poesía N°87)
Mañana de luz
Llevo un canto de sol en la cintura
y me salta la voz en la garganta.
El viento verde por mi sangre roja.
¡Vivir por la mañana!
Llueve la luz, hasta anegarme el pecho.
Corro, galopo, beso, me derramo.
Proo hacia el sol el corazón henchido.
Me crezco hacia el verano.
Llevo mi corazón en infinito,
lo ofrezco en puro amor desde la mano.
Mi boca encandilada ondea un grito
hendiendo las distancias.
Mi canto en vertical trepa a los labios.
Me desangro la voz en la garganta.
Penetro en el azul de la palabra.
La sangre se levanta.
Y me crezco de amor en la mañana.
(De No sé qué voz, 1964)
Bagna cauda
Era una sola fuente
y todos los nosotros.
Olía el ajo debajo de la crema,
la anchoa rebullía.
Y todos los nosotros, reverentes,
esperábamos la orden.
Una mano torcida y trabajada
se doblaba en el cardo
y después lo abrigaba
en las tiernas burbujas amarillas.
Lo probaba en un rito silencioso,
mirando adentro, como si volviera.
(Nunca volvió. Quedó entre el cardo,
como en una semilla.)
Entonces los nosotros
nos comíamos todos, nos reíamos,
nos queríamos tanto.
¿Adónde estás, Lucía?
(De Regreso al corazón, 1998)

Yo te saludo

En la lenta esperanza de la tarde
yo te saludo, padre.
Bajo el sol del verano que se extraña
yo te saludo, padre.
Desde el cuerpo caliente que me diste
yo te saludo, padre.
Con la voz que educaste, minucioso,
yo te saludo, padre.
Hasta en la sombra tímida del aire
yo te saludo, padre.
Ante el silencio, pájaro de luto,
yo te saludo, padre.
Junto a tu nombre, pedestal de cielo,
yo te saludo, padre.
Para que la palabra no se muera
y esta angustia me salve,
con el dolor más grande de la tierra
yo te saludo, padre.
(De Dos ríos un cauce, 2001)
Generales Lamuerte
En el balcón espera, Generales, la muerte.
Ustedes la conocen. Va a salir de sus manos
con guantes de desfile y bastones de mando.
Ustedes la conocen.
La conocen de lejos.
De cerca, los muchachos, los chicos de dieciocho
que pusieron los huecos donde ustedes el verso.
Generales Lamuerte, genérico apellido
los nombra a cada uno, los conserva en estiércol.
Yo no pido venganza. Sólo pido justicia.
Por eso los convoco, generales, al frente.
No al frente de batalla, porque no lo conocen,
ni al frente de la frente, porque no lo utilizan.
Los convoco de frente.
Devuélvanme la risa que se quedó en Malvinas,
la sangre y los pedazos que alimentan la vida.
Ya queda poco tiempo, señores Generales.
La muerte está esperando, Generales Lamuerte.
(De Hojas de poesía N°87)