Facultad de Ciencias Humanas

Bosque de la poesía- Tamara Kamenszain

| Tamara Kamenszain |

(Buenos Aires, 1947-2021)

Fue una poeta, narradora y ensayista. Pertenece, junto con Arturo Carrera y Néstor Perlongher, a la generación de poetas del movimiento neobarroco. Publicó, entre otros libros de poesía, De este lado del Mediterráneo (1973), La casa grande (1986), Vida de living (1991), El eco de mi madre (2010) y La novela de la poesía. Poesía reunida (2012). Su obra ha sido ampliamente reconocida,  premiada y traducida. Su escritura ensayística también fue prolífica y destacada. 

Índice

Si de fotos recorrida la memoria
en álbum, de fotos al signo atada y en
su color antiguo o ácido la postal
por gestos, de infancia vive retocada.
Esos gestos letras son, son letreros
que retienen en orden luminoso
la presencia aplastada en el cartón.
O como espejo deformante ausencia:
impresa ausencia que encuentra quien buscó
atrasado en los rasgos de su doble
aquel pasado que el sepia reedita.

Se interna sigilosa la sujeta
en su revés, y una ficción fabrica
cuando se sueña. Diurna, de memoria,
si narra esa película la dobla
al viejo idioma original. (Escucha
un verbo infantil el que descifra
una suma que es cifra de durmientes
delirios conjugados en pasado.)
¿Quién por boca habla de los sueños
cuando hacia ellos la vigilia va o
cuando lo envuelto con ellos en esa
pantalla de la sábana se escribe?

(De La casa grande, 1986)

 

Como la torcaza que de transparencia en transparencia
anuncia muy claro lo que no sabe decir
mi madre voló llevándose con ella todo el repertorio
duplicó lo que no dijo puso en eco el viejo acento familiar
y me dejó sin oído buscando sonidos reconocibles
indicios de letra viva bajo la campana fónica del tiempo
porque si es cierto que la voz se escucha desde lejos
aunque nos tomen por locos tenemos que atrapar
en el espiritismo de esa garganta profunda
un idioma para hablar con los muertos.

(De El eco de mi madre, 2010)

1.

Poetisa es una palabra dulce
que dejamos de lado porque nos avergonzaba
y sin embargo y sin embargo
ahora vuelve en un pañuelo
que nuestras antepasadas se ataron
a la garganta de sus líricas roncas.
Si él me llama le dices que he salido
había pedido Alfonsina mientras se suicidaba
y eso nos dio miedo.
Mejor poetas que poetisas
acordamos entonces entre nosotras
para asegurarnos aunque sea un lugarcito
en los anhelados bajofondos del canon.
Y sin embargo y sin embargo
otra vez nos quedamos afuera:
no sabíamos que los poetas
gustan de volverse vates
mientras a las chicas en lenguaje inclusivo
la palabra vata no nos suena
porque las mujeres no escribimos
para convencer a nadie.
Por eso la poetisa que todas llevamos adentro
busca salir del clóset ahora mismo
hacia un destino nuevo que ya estaba escrito
y que al borde de su propia historia revisitada
nunca se cansó de esperarnos.

(De Chicas en tiempos suspendidos, 2021)