La propuesta estuvo destinada a docentes de Enfermería, quienes integraron contenidos teóricos con saberes prácticos en la sala de simulación. La responsable de la actividad académica fue Carla Prudencio Palomino, coordinadora del Área de Educación Continua del Hospital Garrahan, quien visitó por primera vez la escuela de Enfermería. La docente señaló que mediante estas actividades se busca mejorar la enseñanza en los docentes del área de la salud, “se trabaja a través de diversos roles en situaciones específicas como, por ejemplo, colocar una vía a un adulto o aplicar protocolos en forma efectiva cuando un niño tiene un paro cardiorrespiratorio”, señaló la Lic. Prudencio Palomino, y agregó, “eso no solo se aprende con fotos y videos, hay una nueva enseñanza que consiste en aprender con simuladores electrónicos que dan respuestas fisiológicas, comprimiendo el tórax, haciendo una ventilación, todo esto permite ver e implementar el protocolo de una manera real”.
La biosimulación en enfermería permite a los estudiantes practicar habilidades clínicas en un entorno controlado y seguro, mejorando la seguridad del paciente y la calidad de la atención médica. La simulación proporciona un espacio para la reflexión, el aprendizaje y la retroalimentación constructiva, lo que permite a los estudiantes desarrollar habilidades prácticas y comunicativas en un ambiente simulado que no pone en riesgo la vida de los pacientes. Además, la biosimulación puede ayudar a preparar a los y las estudiantes para situaciones críticas en la atención médica, lo que aumenta su confianza y les permite ofrecer una atención de alta calidad.
“Hoy el mundo se dio cuenta de que la simulación clínica, desde cómo practicar una entrevista o cómo comunicar a un paciente sobre una enfermedad grave, se puede aprender a hacer de una mejor manera, del mismo modo que aprendemos a colocar una sonda nasogástrica sin lastimar a la persona”, finalizó la docente.
