“Nuevos vientos de cambios: hacia una geografía con compromiso social”
Reflexión de los Profesores María de los Ángeles Galfioni y Franco Lucero
El 22 de noviembre se celebra en la Argentina el Día del Geógrafo. Más allá de la fecha escogida en nuestro país para su conmemoración, en este caso en honor al ilustre geógrafo Francisco Perito Moreno tras su fallecimiento en el año 1919, es un momento que nos invita a reflexionar y repensar nuestro rol como geógrafos y geógrafas, tanto en la actualidad como a futuro.
Muchos de los que hemos decidido transitar por los caminos de la ciencia geográfica, nos hemos tenido que enfrentar más de una vez a algunos interrogantes propios, que nos ha cuestionado nuestro accionar cotidiano ante el gran desafío de transformar la realidad en pos de construir un futuro mejor.
Nos encontramos ante una época de profundos cambios a nivel mundial, y sobre todo en nuestra Latinoamérica, en el marco de los cuáles el campo del geógrafo está tendiendo a ampliarse cada vez más y, con ello, a enfrentarse a nuevos desafíos que enraícen su compromiso no sólo con la ciencia en sí, sino con la sociedad en general. La impronta espacial que dejan estos nuevos procesos en la actualidad promueve el redescubrimiento de la ciencia geográfica desde una visión integradora, sustentada en la necesidad de interpretar y comprender los cambios geopolíticos, económicos y ambientales que se suscitan, así como también incitan a tomar un rol activo y crítico que nos permita en tanto leer la realidad, así como también poder transformarla.
Ya sea desde nuestro rol como docentes, investigadores, integrantes de equipos profesionales en organismos estatales, asesores, militantes en organizaciones sociales o consultores, nos une un amplio temario de preocupaciones sobre problemas socioterritoriales que contribuyen a nutrir la ciencia desde un conocimiento comprometido.
Amerita en esta reflexión citar un fragmento del Libro de los Abrazos de Galeano, que dice lo siguiente:
“El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.
El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó: -Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
Y sentenció:
– Pero rasca donde no pica.”
Los invitamos en este día del geógraf@ a renovar el compromiso no sólo para con nuestra ciencia, sino también con la sociedad en general, en el cual cada aporte que realicemos desde el lugar que nos toque ocupar lo podamos hacer rascando donde realmente no pica.
En el marco del aniversario de los 40 años de vida del Departamento de Geografía de nuestra universidad, saludamos a todos los geógrafos del país y, especialmente, a nuestros docentes, graduados y estudiantes.